Ermita de San Vitores
Se trata de una pequeña ermita semi-rupestre dedicada a San Vitores, sacerdote y mártir burgalés nacido en torno al año 800. Este singular paraje, situado entre Tamayo y la localidad de Cantabrana, aunque perteneciente a la villa de Oña, lleva tras de sí años de romerías y devoción al Santo, cuya celebración es el 26 de agosto.
De San Vitores sabemos que tras ser ordenado sacerdote, decidió trasladarse a los montes de las Caderechas para vivir como ermitaño de una forma aislada. Así es como se instaló en una cueva que, según la tradición, él mismo labró. Hoy en día, el paraje de San Vitores se compone de una plaza pavimentada en la que encontramos la ermita, un antiguo edificio reacondicionado como refugio, y una zona de merenderos, con mesas y fuente. Se puede llegar a través de la carretera que comunica Oña con Herrera. O bien, desde Cantabrana, yendo a pie por un camino no asfaltado.
Se trata de un agradable espacio en el que parar a comer o descansar, pues cuenta con varias mesas de picnic. Además, su extensa superficie pavimentada hace que sea posible aparcar con furgonetas y pasar la noche allí.
Fuente: Jorge Plaza Bárcena