Cantabrana
Cantabrana es un pueblo que conserva un rico patrimonio centrado en un buen número de casas populares con entramados, varias casonas señoriales de amplios aleros y una iglesia parroquial del siglo XVII con un retablo mayor dedicado al Apóstol Santiago.

Cantabrana es famosa por la raíz etimológica de su topónimo, que algunos eruditos hacen derivar del término cántabro. Esto último ha hecho pensar a varios historiadores que cerca de Cantabrana se encontraba el límite entre tres importantes pueblos prerromanos: cántabros, autrigones y turmogos.

Así mismo en la localidad se conservan algunas bodegas subterráneas en las que se guardaba el apreciado chacolí que se obtenía de las numerosas viñas plantadas en los alrededores. Cantabrana posee uno de los núcleos urbanos más extensos del valle y un bar al pie de la carretera. El cauce del río Caderechano bordea el pueblo regando sus huertas y continúa su camino hacia la vecina Bentretea, a un kilómetro y medio.
Fragmentos de textos de Enrique del Rivero