Sobre el proyecto
Somos Inés y Endika, dos jóvenes vecinos del valle de las Caderechas. Ambos llegamos aquí sin siquiera tener raíces en esta comarca, pero siendo muy pequeños nuestros padres adquirieron la segunda vivienda en el valle. Los días festivos y veranos de nuestra niñez transcurrieron felizmente en estos parajes, pero con la pandemia pasamos temporadas más largas en nuestros pueblos, donde empezamos a percibir las carencias que sufrían.
Presente, pasado y futuro
Hoy en día el valle sigue siendo conocido por sus manzanos y cerezos, pero los más realistas auguramos que esto no seguirá siendo así mucho más tiempo. Este es un lugar que antaño fue hogar de labradores y ganaderos, cuyas actividades sostenían una población muy superior a la actual. Ahora, aquellos labradores de los que hablábamos son muy mayores o ya no pueden mantener el ritmo que marca la sacrificada vida agrícola. Por no hablar de la ganadería, actividad cesada hace ya unas cuantas décadas.
¿Qué va a ser de un valle cuya principal actividad económica está en declive y su población—cada vez más anciana—desciende con cada año que pasa? Somos conscientes de que en pleno siglo XXI ninguna familia va a volver a los pueblos a labrar los campos como se hacía antes. La única solución en la que pensamos algunos es el enfoque turístico del que podemos dotar al valle para evitar su despoblación y abandono. Buscamos un turismo responsable y respetuoso con el medio ambiente, que sepa apreciar este privilegiado entorno y disfrutar de él, para que nunca caiga en el olvido ni se desplome en polvo y ruina.
Una Web para un Valle Desconocido
“Una Web para un Valle Desconocido” es un proyecto que nace con esta necesidad. En plena era digital es imprescindible estar en internet y en redes sociales para “existir”. Nos dimos cuenta de que no había en el valle nada que lo uniera y lo ensalzara a título conjunto de valle. Cada pueblo trabaja independientemente y poco se sabe de los pueblos vecinos y los tesoros que albergan. Preguntadle a alguien de Huéspeda si sabe que en Terminón hay un puente romano, o si conoce alguien de Cantabrana el acueducto de Hozabejas. La respuesta probablemente será que no. Por eso, nuestro objetivo no es solo crear una web turística para los forasteros, sino también para la gente local y con ello fomentar la comunidad entre los habitantes.
En la web incluimos varios apartados iniciales cuyo contenido se vio ampliado debido a algunas sugerencias de los colaboradores. Entre ellos encontramos información útil sobre los pueblos y puntos de interés, así como de comercios y contacto con los alojamientos. El punto fuerte era la inclusión de rutas para hacer en el valle, de diferentes niveles y aptas para seguir con móvil o GPS.
Para llevar a cabo el proyecto fue necesario aprender desarrollo web desde cero, disciplina que combinamos con otras competencias que ya teníamos, tales como la fotografía, diseño, gestión de redes sociales, programación… lo único que nos hacía falta era una financiación. Tras varias consultas decidimos que la mejor manera de obtener apoyo económico era a través de una financiación colectiva de muchas personas que aportan muy poco. Esto se llama Crowdfunding. Para incentivar que la gente colaborara en el proyecto se les regalaron una serie de recompensas por haber participado. En nuestro caso hicimos camisetas y láminas ilustradas con motivos del valle, ofrecimos alojamientos locales, rutas guiadas…
La existencia de esta página web se debe a las aportaciones de todos los mecenas así como de negocios de la zona y ayuntamientos del valle que han apostado por el proyecto.
